Cuando llegue el fin
de las palabras escritas en folios de
papel blanco,
con un lápiz afilado para agujerearte el corazón
y que se
desangre en versos,
cuando llegue el día en el que el sonido de unos pasos
no
nos recuerde a unos pies concretos
caminando por el pasillo de casa,
cuando
todo el amor no sea más que superfluo y convencional,
estarán solo a salvo
aquellos que abren el armario y
su camisa favorita sigue siendo esa sin botones
que huele a perfume pasado de moda.
Estarán a salvo quienes siguen deseando
que la esquina de su
calle
no sea más que un muro donde él pueda apoyarse
para esperar a sus
encantos
que andan pintándose los labios en el espejo del baño.
Quedarán en pie aquellos que se visten
para que otras manos
los desnuden
con la paciencia de quien trata de aprenderse de memoria
cuantas
pecas caben en una nariz.
Solo estarán a salvo quienes ven belleza
en un montón de
ropa tirada por el suelo,
mientras dos pies se vuelven a conocer
debajo de las
sábanas.
Lo estarán aquellos
que solo sepan fumar de otras manos,
de otras ganas, de tabaco en boca ajena;
aquellos que tengan tantos vicios como motivos.
Y tantas razones como metas.
A los que respirar les recuerde
que el paso de los años no
es tan mala señal.
Van a sobrevivir aquellos que empiezan
una nueva vida todos
los días;
los que despiertan con ganas de comerse su mundo particular
que está
haciendo café en la cocina.
Cuando vengan los tiempos sin poesía,
sin manos frías debajo
de su sudadera,
cuando vengan las noches en vela
en las que no queden recuerdos
a los que llorar,
solo van a sobrevivir quienes escribieron en su diario
algo
sobre una sonrisa,
sobre una carta que escoden bajo la mesita,
sobre esa canción
que encajaba tan bien en sus caderas.
Quedarán aquellos que guardan unos vaqueros
porque a él le
gustaba como le sentaban a su culo,
aunque hace años que no quepan en ellos;
seguirán a los que no les ha importado vivir de rodillas
por estar más cerca de
unos tobillos
a los que había que convencer de que se quedaran.
Van a salvarse quienes han desestructurado su vida
para
darle sentido a la de otro;
aquellos que han cruzado deprisa y con los ojos
cerrados
cuando el semáforo estaba en rojo;
quedarán los que no saben de
pretextos,
que no tienen más Biblia ni plegarías
que un puñado de promesas.
Cuando no queden genios ni escépticos
y nadie recuerde quien
escribió aquello de ‘’poesía eres tú’’,
cuando quinientas noches empiecen a
parecernos muchas
y creamos que Sabina exageraba,
solo van a quedar en pie los
que crean
que unos gemidos en el oído adecuado,
siguen pareciendo música.
Y encuentran rimas entre los huecos de otras costillas.
Cuando ya nadie se lie la vida
con el arte de un yonki de
carretera,
cuando nadie haga cola durante horas
para dejarse la voz en un concierto,
cuando ya no se guarden entradas de cine o billetes de autobús;
cuando todo el
mundo se empeñe en olvidar el pasado
y no sientan el cosquilleo en la tripa
al
levantarse la falda de la niña más guapa
de toda la capital,
cuando todo eso
pase,
solo van a sobrevivir aquellos que de un escote,
se quedan con los
lunares y no con la caída.
Los que saben cuantos huesos
se te marcan en las rodillas
al
cruzar las piernas con ese aire de femme fatale
que se te escapa
cuando quieres
ser el centro de su mirada.
Y es que cuando todos caminen
sin pararse a leer ni uno solo
de los carteles
de esos señores que duermen en la calle,
nos habremos dejado el
corazón tan escondido
que habrá acabado en alguna oficina de objetos perdidos.
Cuando creamos que las locuras por amor
no son más que una
leyenda,
solo van a salvarse quienes fotografiaron a alguien
recién levantado
y
guardaron las fotos en un álbum
al que llamaron ‘’hogar’’.
Y es que, cuando todos olviden
que pueden ser héroes,
yo
VOY-A-TENERTE,
y entonces, como aquel al que le sale el primer sonido
de una
guitarra con la que lleva meses batallando,
VOY-A-SENTIRME-EN-CASA.
Muy bonito. A veces es suave y dulce y otras veces es fuerte e intenso. Excelente poema.
ResponderEliminarMe alegra que esté de vuelta. No importa cuánto, pero mientras nos deleite con sus letras siempre estará presente ;-) ¡Saludos!
Muchísimas gracias Nahuel, aunque es bien cierto que poco tienen que hacer unas letras sin unos ojos que con paciencia, se posen en ellas.
EliminarEs mucho más que una alegría saber que te gusta.
Amparo.
Sos eterna, Amparo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Candela, no creo que haya nada mejor que puedas decirle a alguien que escribe.
EliminarInfinitas gracias.
Muchísimas gracias Candela, no creo que haya nada mejor que puedas decirle a alguien que escribe.
EliminarInfinitas gracias.