Sonaba en la
radio
‘’Tangled up in blue’’,
Dylan siempre suena bien.
Decía que
aquella canción
le había llevado diez años vivirla
y dos escribirla,
y pienso
en ti.
En las
quinientas noches que te he vivido,
en las quinientas una que te he visto
morir.
Justo en la
última, que no regresaste.
Y he
recordado aquello de
‘’quien bien te quiere te hará llorar’’,
y he deseado que
me hubieses querido
un poco peor durante toda nuestra historia.
Que te
hubieses olvidado de los aniversarios,
que no recordases mi talla de pantalón,
que todos los días tuvieses que volver a contarme los lunares
porque tus ojos
son incapaces de reencontrarlos en su retina.
Que no
supieses el nombre de mi primera mascota,
y nunca me hubieses preguntado
que
quería ser de mayor cuando no era tan mayor.
Que me
hubieses querido peor
por todas las veces que me has querido tan bien.
Te habría
perdonado todas las faltas de elegancia
y hasta la ausencia de buenos modales,
si me hubieses querido mal,
tan mal que no me hubiesen hecho llorar las
canciones de Serrat.
También me
ha venido a la cabeza,
mientras desayunaba pensando en tus piernas,
lo de
‘’nunca es tarde para bien hacer; haz hoy lo que no hiciste ayer’’.
Y he recordado
el montón de fotos que no nos hicimos.
No se donde
guardo aquella en la que sales desnudo,
de espaldas,
como si todo el universo
te cupiese entre los hombros,
entre dos huesos que se miran eternamente
sin
poder besarse.
No se hasta
que punto es tarde para hacérnoslas,
o si quizás es demasiado pronto
para
pedirte que vuelvas;
que el objetivo de mi cámara
se muere por hacerte el amor.
También he
caído en la cuenta
de todos los sitios por los que no hemos paseado,
y me he
maldecido por no haber sacado
a tus pies más a menudo,
pero lo cierto es que
los he recordado desnudos,
debajo de mis sábanas,
y he vuelto a entender porque
no solíamos pasear.
Tus dedos
perfectos,
con esa caída desde el pulgar al meñique,
que me recordaba a la
perfecta inclinación
de la Torre de Pisa.
Y toda la
Toscana deja de parecerme bonita
en comparación a tu cuerpo.
He pensado
después en ‘’amor con amor se paga’’,
y joder,
si me dejas que te devuelva todo
este tiempo,
tendrás que negociar con el gato de tu tejado
un par de vidas más.
Mientras
tanto,
yo estaré pidiéndole a Phileas Fogg
y acabar tropezando siempre con tus manos.
Como tropezar los trescientos sesenta y cinco días
que tiene un año
con
la misma piedra,
y follarnos desde el suelo,
que cuando alguien nos hable de
caídas,
nosotros las relacionemos con gemidos.
Con poesía.
He recordado también que
‘’quien adelante no mira, atrás se queda’’,
y
creo que es la forma más cobarde de confesar
que vives en una eterna espera
atrapada en un reloj que entiende de botones
y ha decidido pararse hasta que te
sientas mejor.
Como quien espera un puesto de trabajo
en tiempos de crisis,
como un
suicida en busca de un motivo.
Quizás como esperaba aquella chica
en el muelle de San Blás,
mientras
Maná le cantaba con su voz ronca, casi rota.
Porque el paso de los días vuelve ronco cualquier latido.
Y cuando estaba a punto de quedarme dormida:
‘’el que la sigue la
consigue’’.
Y entonces dime hasta donde tengo que seguirte,
que voy a preparar la
maleta.
Dime que vestido quieres que lleve,
y que ropa interior necesitas que me
ponga
para despertarte las intenciones.
Que si para conseguir que te vengas
a vivir a mi habitación
necesitas
que te siga
a cada uno de tus viajes sin puerto,
te juro que me muero por
hacerte de faro.
De canción.
De destino.
Que te sigo hasta que se te duerman los miedos,
y me dejes quererte mal
por todas las veces que me quisiste bien,
y hacer hoy lo que no hicimos ayer.
Prometo buscar tu foto desnudo,
y guardarla en la retina
con mucho más
empeño del que pones tú en mis lunares.
Hasta que me dejes vivir contigo
mirando hacia atrás
porque todo lo de
delante no tiene tus caderas.
Hasta que seas tú quien me sigas de puntillas
devolviéndome en cada paso
todos los domingos astrománticos
que han sonado en mi radio
antes de conciliar
el sueño.
Y soñar contigo.
¡¡Qué grande!! Me quito el sombrero.
ResponderEliminarMe ha fascinado.
Oh, muchísimas gracias Joan, te recojo el sombrero con mucho agradecimiento.
EliminarUn saludo!
Bonita forma de usar las frases de las canciones o momentos de algunas de ellas para tu poseía y que parezca que todo lo has escrito tú. Realmente impresionante. Si yo llegara hacer eso, aparte de lo horrible que sería, me mandan preso por violar derechos de autor. Je, je, je, je. Parece una exageración pero con mi suerte todo es posible. Je, je, je.
ResponderEliminarHermosa poseía como siempre, Amparo. ¡Saludos!