domingo, 6 de marzo de 2016

Superhéroe.

Hay alguien al otro lado de la puerta. 
Oigo la respiración.

Y supongo que no eres tú, 
pero por si acaso, 
he empezado a desnudarme.

No quiero revivir en otras manos, 
porque eso sería admitir tu muerte.

Siento la cabezonería, 
y la camisa sin planchar. 
La habitación patas arribas 
y el frasco de perfume vacío.

Siento muchas cosas desde que no te siento.

La cama está deshecha 
pero no ha dormido nadie. 
Porque seguirían siendo nadie 
aunque estuviesen aquí, 
y entonces para qué.

Hace meses que no suena el cabecero 
así que ahora no suelo tener problemas con los vecinos.

Que mal me llevo conmigo misma desde que no estás.

Me hablo poco.
Y me alimento poco.

Y me fumo mucho.

Hasta que casi se adivinan los huesos bajo la piel;
rompiéndose en cuanto suena
una de esas canciones en una radio
que lleva meses rota.

Como yo.

Un puñado de piezas
que han dejado de conectar entre sí.

Mi mano derecha ya no se aventura 
dentro de mis bragas; 
es un pecado masturbarse 
pensando en alguien 
que piensa en ti 
mientras se folla a otra.

He perdido el apetito sexual
y el emocional.

No soy más que un puñado de lunares
de distintos colores
que han dejado de revolcarse con los tuyos
y se han vuelto ásperos.

Los lamo en un intento de borrarlos
hasta que me sangra la lengua
de tratar de desaparecer.

No habrá paz para los malvados,
¿y para los mentirosos?
Porque me han contado
que duermes tranquilo.

Te escucho respirar al otro lado de la puerta
pero no entras,
y yo ya no se que más quitarme.

Debajo de la cama guardo una jaula
en la que cabemos los dos.

Por si un día te pesa tanta libertad.

O por si eres tú quien le pesa a ella
cuando malgastas tiempo con unas rodillas
que nunca se tatuarían tu nombre de superhéroe.

Aunque no sepas salvarte ni a ti mismo.

Te he mentido muchas veces
solo para que tú pudieses decir la verdad.
Y te he dicho la verdad
aunque toda nuestra historia
no fuese más que una mentira.

Y te agradecería que me lo agradecieras
dejándome que te insulte un poco más.

Que nos vuelvan a odiar los vecinos
porque nos odiamos demasiado fuerte
y nos queremos atados al cabecero
para no poder irnos después del polvo.

Que todo lo que nos queda,
vuelve a ser polvo.

Polvo.
Polvo
y más que polvo.
Sin que la palabra sucio
sea sinónimo de sexo.
Y sin que el sexo te hable solo de mi piel.

Te sabes de memoria
el sabor del sudor frío
que se me escurre por la frente
cuando ya no podemos mirarnos más rato
sin decirnos alguna verdad que duela
porque ambos sabemos que es mentira.

Que saldrá bien. 
Que vamos a conseguirlo. 
Que seremos invencibles.

Y me tiembla la tinta de las rodillas:
''S'' de ''súper''
y ''H'' de ''héroe''.

SH.

''S'' de ''siempre'', y ''H'' de ''hoy'', 
porque nunca estarás mañana.

Te escucho respirar al otro lado de la puerta
y recuerdo las cientos de cosas
que olvidamos todos los días.

Y tú nunca eres una de ellas. 

6 comentarios:

  1. Un texto de esos que hacen pupa al leerlo, como suele ser habitual :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me gustaría decirte que pupa no, pero la verdad, es que pupa son recuerdos, y entonces si, y entonces siempre.

      Llevamos mucho sin hablar... Un abrazo.

      Eliminar
  2. no te puedes imaginar cuantas veces me he sentido como una radio rota, lleno de cosas que decir sin manera de expresarlas ni gente a mi alrededor escuchando, pero una cosa es segura, siempre será placer que esa mano derecha se aventure.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quienes hemos tenido esa sensación, comprendemos exactamente al otro; tener mil cosas sueltas que decir y no saber como unirlas.

      Eliminar
  3. Me encantan tus poemas, creo que te lo has ganado http://girlwithfairytattoo.blogspot.com/2016/03/premio-blogger-house.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay Kéllyta muchísimas gracias! Por hacerme saber que te gustan y por mencionarme! Tengo que hacer algo en especial con la mención?
      Gracias de nuevo, espero que vengas mucho más por aquí y te sientas como en casa.

      Un abrazo.

      Eliminar