miércoles, 18 de junio de 2014

No soy tan valiente en esto de quererte.

Y créeme, si buscas un camino asfaltado
sin que los relojes contabilicen
tus minutos de oxígeno, vete de aquí;
que yo siempre he sido muy de ruinas y espinas
y ojalá pudiese darte solo terciopelo
pero he leído demasiado
como para saber que la vida es más que eso.

Trato de que mis manos
no delaten los naufragios.
Trato de apartar los barcos hundidos
de todos tus océanos;
pero no puedo controlar las mareas.

Y joder, que yo también detesto
la sal de las heridas
y los huesos mal soldados;
pero no me niegues lo bonito de curarse.
No me digas que el relieve de mis cicatrices
no encaja perfectamente en la yema de tus dedos.

Que sí, que yo también quiero perdices
y finales felices,
pero no puedes leer un libro
empezando por el final.
Que antes del beso tienes sueños
que duran cien años;
no quieras saltarte los pasos
porque ningún príncipe se lleva a la princesa
esquivando al dragón.

Así que, hagamos las cosas bien
y antes de llegar a la página cien
vamos a hacernos daños.
Húndete en mis entrañas, con escudo y espada.
Grábame tu nombre por ahí (y tu teléfono)
y procura que sea en alguna subcapa de la piel;
de las que no ves pero sientes.
Que el diagnóstico sea siempre favorable
y no alcancen a detectar el fallo.

Van a darme ganas de sanarme
con algún parche de ojos claros
a las tres de la mañana
en el mismo pub de siempre.
Pero nadie se cura si no quiere curarse
¿no?

Y estar cuerda empezará a sonarme
tan terriblemente soso, que créeme
yo misma terminaré por contratar al camello
de forma permanente.

''Pásate por casa un par de noches semanales
y nunca dejes que sane''.
Si me voy recuperando
inyéctame un poco de esa mierda pero suave;
de chutes que no matan pero duelen
de los que tranquilizan pero no duermen
que no enamoran pero hipnotizan.

Y ve aumentándome la dosis
que antes de que me de cuenta
estaré trapicheando con el reloj de tu cocina
para tratar de ganarle unos segundos más en tu cama.
Y es que joder, bendita es tu mierda
¿no crees?

Entonces ya, vendrá la necesidad:
como pincel en mano artista
como pluma en escritor
como oración en boca del creyente.

Y que más da, que caída que no mata
solo muerde.
Que si el lobo fuese tan lobo,
enseñaría algo más que las orejas.

Claro que se que voy de cabeza
pero estás tan guapo
que no me importan los rasguños
si prometes que Sabina tiene más sentido
desde que pregunto por ti
en los suburbios de tu ciudad.

De verdad, créeme si te digo
que el único motivo de provocarte heridas
es tener excusas para podértelas besar después.

Y ya ves que no soy tan valiente
en esto de quererte
y aún me valgo de pretextos
para pasar a verte.

2 comentarios:

  1. Me enamora cada texto. En serio, te comentaría todos, uno a uno, porque los releo mil veces y no me canso. Enhorabuena bonita

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo estaría encantada de leer tus comentarios en cada uno de ellos! Jajaja
      Creo que lo más bonito de escribir, es esta parte... Gracias cariño.

      Eliminar